Cambiar la respuesta es evolución. Compartir el camino es revolución.
Los cocineros somos los mejores intermediarios entre las personas y el territorio. Capaces de generar un ADN gustativo asociado al territorio y a nuestro criterio, creando a su vez una base única, personal e interminable. Donde se refleja el carácter del propio cocinero, así como sus raíces, vivencias y ambiciones. Donde intentamos hacer florecer la felicidad de todos aquellos que disfrutan de cada bocado de nuestro sacrificio, estimular para que nazcan nuevas emociones y rememorar vivencias que nos permitan disfrutar y ver la realidad desde los ojos de un niño. Donde nada parece lo que es y solo queda lo inevitable para los sentidos;
El sabor, el esfuerzo, la perseverancia, descubrir, evolucionar, crecer cada día, investigar, buscar, no conformarse con el resultado pero reconocer los buenos hallazgos. Compartir e inventar, proponer, retar, pero también escuchar, observar y absorber.
Sentiros libres con este primero libro, nada está escrito. Os indico cual fue mi camino para que vosotros creéis el vuestro, coged de aquí y de allí, mezclad esto con aquello, cambiar ingredientes, lo que queráis, pero sobre todo y por encima de todo, no dejéis de creer, crear e ilusionaros.